Cuando llega el buen tiempo y empieza a hacer calor, apetece más que nunca tomar helado de postre. Pero también es muy importante comer fruta... Qué dilema, ¿no?
Bueno, pues quizás no. Porque... ¿y si unimos la fruta y el helado en el mismo postre? Esa es la idea de este postre fácil de manzana, que se sirve con una bola de helado.
Puedes elegir el helado que más te guste, aunque el que hemos escogido nosotros es un helado de vainilla con nueces caramelizadas. Puedes elegir un helado de otro sabor, pero nuestro consejo es que tenga trocitos crujientes, ya sea de cookies, de tofee, de frutos secos caramelizados... Así, obtendrás en un mismo postre varios contrastes: de temperatura y también de textura.
La manzana es la fruta elegida para este postre con helado. Y la preparamos en compota, cociéndola con azúcar, mantequilla, limón y canela. Queda deliciosa.
Como la manzana hay que pelarla y cortarla a dados, esta receta es también ideal para aprovechar esas piezas más pequeñas o que tienen algún golpe y no pueden servirse tal cual en la mesa.
Prepara la manzana
Pela las manzanas, córtalas por la mitad y retírales el corazón con las semillas. Luego, córtalas en dados pequeños y disponlos en una sartén. Añade la canela y la corteza de limón.
Haz la compota
Reparte por encima la mantequilla cortada en daditos, coloca la sartén sobre el fuego y remueve. Espolvorea el azúcar y cuece a fuego medio durante 5 minutos, removiendo de vez en cuando para evitar que la manzana se queme. Aparta del fuego, rocía con la miel y vuelve a remover. Quita la corteza de limón y la canela y aplasta la manzana con un tenedor, o tritúrala si prefieres una compota más fina.
Emplata y sirve
Reparte la compota en boles individuales y sírvela, templada o fría, con una bola de helado encima.