DRY MARTINI O MARTINI SECO. CóCTEL FáCIL PARA DISFRUTAR EN CASA

Ingredientes

  • 15 ml de vermouth o vermut blanco seco
  • 75 ml de ginebra seca
  • Unas gotas de Angostura Orange Bitters
  • 2 aceitunas verdes (sin hueso y sin relleno) pinchadas en un palillo o brocheta para decorar
  • Un trocito de piel de un limón
  • Hielo

Este clásico que sale en todas las películas de James Bond es quizás uno de los cócteles más sencillos de preparar, pero tiene su aquel, por eso quería publicar en el blog la forma más tradicional. El cóctel con Martini más famoso, un combinado donde mezclamos con ginebra y vermouth, de manera opcional con un toque de Bitter y decorado con una aceituna o una tira de limón bien finita.

Podemos encontrar un montón de variaciones, dependiendo de las proporciones y la técnica empleada. Siendo tan fácil de preparar es un cóctel complejo, parece una contradicción, pero como en todo, hay que saber hacerlo bien.

En este cóctel la temperatura final es clave, todos los ingredientes deben estar fríos por lo que recomiendo tener los ingredientes en la nevera previamente, al igual que la copa o copas y el vaso mezclador donde lo vayamos a preparar.

Dry Martini y James Bond

Uno de los combinados preferidos de James Bond. Su cóctel favorito era el Vesper Martini, cuya receta da Ian Fleming en la primera de las novelas del agente secreto, "Casino royal", en 1953. En la revisión de la película, en 2006, el mismo 007, interpretado por Daniel Craig, da la receta del combinado: 3 partes de Gordon's Gin (o de sabor similar a la antigua Gordon), 1 de vodka y media de vermut francés Lillet Blanc (que puede sustituirse por Vermut Blanco). La copa se adorna con una fina cáscara de limón.

Todo ello se mezcla en la coctelera agitándose, no mezclándose, como dice el propio James Bond y su famoso "shaken, not stirred" o "agitado, no removido". Este dato es muy importante: El mezclado se hace, simplemente, removiendo con la cuchara de coctel, antes de servir. El agitado tiene lugar en la coctelera donde además de los ingredientes está el hielo.

Durante el agitado estos ingredientes, de bastante graduación alcohólica, se rebajan algo gracias al agua que sale de los hielos, lo que permitirá al potente coctel perder algo de esta potencia para permitir al agente enfrentarse a unos y a otros y mantener su sagacidad y puntería... ¿Te atreves a prepararlo?

Origen e historia del Dry Martini

Es un cóctel clásico pero que se data de principios del siglo XX, el origen no esta nada claro. Aunque la que más se repite es que el autor o creador de esta bebida fue Jerry Thomas que le preparó a un viajero un combinado original, ginebra, vermouth, bitter y un toque de licor de cerezas, la base del Dry Martini que conocemos hoy.

Aunque la más cercana a la realidad es la una evolución del cóctel Martínez que a su vez se convirtió en el Manhattan. Los primeros Martinis se preparaban con vermuth rojo dulce y ginebras dulces. Aunque pronto se paso al "Dry" con el vermout seco y ginebras más potentes, rebautizando el cóctel a Dry Martini y diferenciarlo del Martini clásico.

Preparación del Dry Martini

Hemos elegido la proporción más extendida, la de 5/1, es decir 5 partes de ginebra y 1 de vermouth, creo que es la más equilibrada. Pero según gustos, colores. Creo que a partir del 5/1 puedes hacer tus propias variaciones hasta la que más os guste.

  1. Metemos la coctelera o vaso mezclador y la copa donde lo vamos a servir (la ginebra y el vermouth) en la nevera unas horas o en el congelador unos 30 minutos. La copa donde se suele servir es la que ha hecho famosa James Bond, una copa con la forma de un cono invertido.
  2. Sacamos de la nevera o congelador la coctelera y añadimos el hielo hasta ¾ de su capacidad, es importante que haya bastante hielo. Luego es hora de la ginebra, el vermouth y dos o tres gotas de Angostura. Os recomiendo emplear un jigger para medir las cantidades exactas de alcohol.
  3. Removemos un poquito con una cuchara de coctelería y removemos el contenido por unos 30 segundos, verás como en el exterior del vaso mezclador se empieza a generar condensación.
  4. Sacamos la copa del congelar y lo servimos bien frío en la misma, sin el hielo. Emplea un julep strainer para colar el líquido y que no caiga el hielo en la copa.
  5. Decoramos con una tira de piel de limón finita y sin la parte blanca que nos podría amargar el cóctel. Si tenéis un soplete, podéis calentar (desde cierta distancia para no quemar la piel) el limón para aflorar los aceites esenciales del cítrico y pasar la piel por los bordes de la copa. Conseguiremos más aroma a limón en la copa (aunque es totalmente opcional).
  6. Adornamos con las aceitunas (sin ningún tipo de relleno y verdes) pinchadas en un palillo o brocheta, de forma que queden sumergidas en el cóctel.

Pocos ingredientes para lograr un equilibrio de aromas y sabores deliciosos. Un cóctel con un juego magistral de sabores dónde el limón combina genial con el vermouth y la ginebra, para mí, imprescindible. Aunque en algunos casos no se suela utilizar, yo lo recomiendo.

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